Cancer Can Rock es una organización sin fines de lucro fundada por Jim Ebert, un productor discográfico multiplatino, él mismo sobreviviente de cáncer.

A diferencia de la mayoría de las organizaciones benéficas contra el cáncer, Cancer Can Rock no busca una cura, sino que se esfuerza por servir a una comunidad singular: los músicos que enfrentan un cáncer agresivo.

Las donaciones a Cancer Can Rock se destinan a llevar a estos músicos a un estudio con profesionales y producir un resultado tangible para ellos y sus familias durante lo que de otro modo sería un momento inquietante para ellos. Estas canciones han brindado orgullo a los que sobrevivieron y consuelo a los que les sobrevivieron. Muchos miembros de la familia y algunos de los artistas han comunicado que el tiempo de estudio fue una de las mejores experiencias en la vida del artista.

El cáncer no tiene ventajas. Cancer Can Rock, al menos por un momento, cambia eso para aquellos a quienes sirve.